La familia Bertrand

Ballerinas para la chandeleur
Según los historiadores, la celebración de la Chandeleur o "fiestas de las velas" tendría raíces paganas en un culto a la fertilidad antigua. El evento se celebraba en una cueva en Roma a mediados de febrero, durante el período de las primeras siembras, para honrar a Saturno alrededor del solsticio de invierno.
Según la creencia popular, los campesinos recorrían los campos llevando antorchas para purificar la tierra antes de sembrar. También se decía que la harina del año se perdería si no se utilizaba para las crepas de la Chandeleur. Por lo tanto, el consumo de crepas sería un homenaje al renacer de la naturaleza, al ciclo de las estaciones y más precisamente a la primavera que se avecina.
Numerosas tradiciones relacionadas con las crepas han surgido, especialmente en Francia. Una de ellas consiste en sostener un louis d'or en una mano y voltear una crepa lanzándola al aire desde la sartén. Una caída elegante y no doblada de la masa sería un buen augurio para las finanzas del hogar. Además, los más supersticiosos guardarán la primera crepa en un armario: allí, tendría el don de atraer la suerte.
Para nosotros, la Chandeleur es sobre todo la ocasión de reunirnos en familia alrededor de las crepas de mamá. Y qué mejor oportunidad que abrir en esta ocasión una botella de Ballerine. Su apariencia delicada y sus aromas de frutas rojas, de brioche y de flores se combinarán perfectamente con tus crepas, sea cual sea la receta.
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